El queratocono es una alteración ocular en la que se produce un adelgazamiento progresivo de la zona central o paracentral de la córnea. Su forma esférica habitual cambia por una cónica, originando un astigmatismo irregular que distorsiona las imágenes y una sucesiva disminución de la visión.

El 10 de noviembre se celebra el Día Mundial del Queratocono, una jornada cuyo objetivo es concienciar e informar a la sociedad sobre esta patología que afecta a 1 de cada 2.000 habitantes en España. Por ello, desde la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR), te ofrecemos algunas líneas generales sobre los aspectos más destacados de esta enfermedad.

¿A qué edad es más frecuente el queratocono?

El queratocono se suele manifestar en la mayoría de los casos entre los 15 y los 25 años, produciendo una disminución de la agudeza visual e imagen deformada.

Suele heredarse de padres a hijos en aproximadamente un 25% de los casos. En el resto de casos, aparece de forma esporádica, vinculado a patrones complejos de herencia que se siguen investigando en la actualidad.

También hay casos relacionados con pacientes que tienen algún tipo de enfermedad dermatológica, como la dermatitis atópica o con pacientes alérgicos que se frotan de manera frecuente los ojos.

Signos de alerta que pueden hacernos sospechar de un queratocono

La disminución de la agudeza visual, la visión borrosa o una especial sensibilidad a la luz solar pueden ser indicios de un queratocono. Con el paso del tiempo, esto puede acompañarse de la aparición o el empeoramiento de un astigmatismo previo. Y suele presentarse de forma bilateral, es decir en los dos ojos, aunque con diferentes grados de afectación en cada ojo (asimétrico).

Desde la SECOIR nos recuerdan que:

  • La población de mayor riesgo son los niños, adolescentes y jóvenes, por lo que es importante promover las revisiones oculares entre estos grupos de edad.
  • Es recomendable acudir al oftalmólogo ante el síntoma de frotarse mucho los ojos. Se ha comprobado como dicha práctica durante un periodo prolongado puede desencadenar la aparición de un queratocono. por ejemplo en algunos tipos de alergias.
  • Hay que sospechar el queratocono en pacientes jóvenes que necesitan frecuentes cambios en la graduación de las gafas. Cuando el astigmatismo y/o la miopía avanzan de forma súbita en gente joven, sufriendo cambios repetidos en su graduación y visión borrosa, hay que descartar el queratocono lo antes posible.
  • El queratocono puede diagnosticarse mediante una topografía corneal, una prueba diagnóstica no invasiva que se utiliza para conocer las características de la córnea. A través de este método medimos la curvatura y la forma de la superficie anterior de la córnea.
  • Relación entre el queratocono y el síndrome de Down: Tienen mucha relación, pues la probabilidad de que se diagnostique queratocono a un bebé con síndrome de Down en la niñez es alta.
  • El queratocono es la primera causa de trasplante corneal en pacientes jóvenes. Cuanto más temprana es la edad de inicio de la enfermedad, más riesgo hay de que su progresión sea rápida (mientras que a partir de los 30-40 años es raro que siga evolucionando). La detección precoz del queratocono es fundamental para frenar su avance.

Tratamiento del queratocono

Si el queratocono es detectado en las etapas iniciales, existe la posibilidad de corregir los problemas de visión que causa utilizando gafas o lentillas para subsanar el defecto refractivo y mejorar la agudeza visual.

En los casos moderados, para frenar la progresión del queratocono, se utilizan tratamientos quirúrgicos como el cross-linking corneal o los anilllos intraestomales.

  • El cross-linking corneal es un procedimiento quirúrgico, seguro y eficaz en las etapas leves y moderadas de la enfermedad, que utiliza la radiación ultravioleta junto con una solución de vitamina B2 para fortalecer el colágeno de la córnea. Con ello se pretende evitar, frenar la evolución y reducir la deformación progresiva.
  • Anillos intraestromales: En los casos en los que el astigmatismo produce alteraciones severas de la visión se utiliza este otro tratamiento. Se trata de una intervención quirúrgica mediante la que se implantan unos anillos semicirculares en la zona central de la córnea para regularizar la superficie corneal y así mejorar las alteraciones ópticas producidas por el queratocono.

Si la afección progresa a un estado grave, la solución definitiva es el trasplante de córnea, que consiste en el reemplazo parcial o total de la córnea del paciente.

Si tienes antecedentes familiares, acude al oftalmólogo

No existen medidas preventivas para el queratocono. Por este motivo, su diagnóstico precoz es fundamental para poder disponer de todas las alternativas para su tratamiento y así evitar secuelas visuales que pueden llegar a ser irreversibles.

Desde SECOIR recomendamos realizar revisiones oculares de forma periódica, al menos una vez al año, y acudir al oftalmólogo ante cualquier duda, sobre todo en caso de contar con antecedentes familiares.